Recorrer Islandia en un 4x4 es una experiencia mágica, llena de contrastes y paisajes que parecen de otro planeta. Nos decidimos por un coche con tienda en el techo que nos alquiló la agencia islandesa Rent.is confiando en que podríamos dormir bajo las estrellas cada noche. Pero Islandia no hace planes con nadie: el frío y el viento fueron más fuertes de lo que esperábamos, así que solo algunas noches pudimos dormir al aire libre; en los últimos días incluso nos nevó.
Consejo 1: el abrigo en Islandia es fundamental. Lleva varias capas térmicas y un buen abrigo impermeable (sobre todo para las cascadas).
Para aprovechar al máximo cada noche, utilizamos las apps Park4night y Parka para encontrar sitios de aparcamiento en lugares remotos, donde podíamos quedarnos sin coste adicional. Aunque en algunos puntos específicos había que pagar una pequeña tarifa de estacionamiento, la aplicación Parka facilitaba el pago y, la verdad, valía la pena por los paisajes únicos que nos rodeaban.
Un detalle esencial es que en Islandia está totalmente prohibido acampar fuera de las áreas de camping designadas. Esto es clave para proteger su delicada flora y fauna, y con tantos campings bien ubicados, adaptarse fue fácil y natural.
Aterrizamos en Keflavík, recogimos el coche y nos dirigimos al Parque Nacional Þingvellir, donde se encuentra la fisura de Silfra. Es impresionante ver cómo dos placas tectónicas se separan bajo tus pies. Terminamos el día con una caminata en Reykjadalur, un valle de aguas termales rodeado de montañas verdes. Dormimos en Selfoss, ya sintiendo que la aventura iba tomando forma.
Consejo 2: Descarga aplicaciones como Vedur (para el clima) y SafeTravel (para alertas de carretera y seguridad), ya que las condiciones pueden cambiar rápidamente en la Ring Road.
El siguiente día, el famoso Círculo Dorado nos esperaba. La fuerza del géiser Strokkur en Geysir y las aguas de Gullfoss, una cascada imponente, nos dejaron sin palabras. Después de visitar el cráter Kerið, enmarcado por un lago azul profundo, nos dirigimos hacia Seljalandsfoss y Skógafoss, dos cascadas que ya teníamos marcadas como imprescindibles. Nos sorprendió la fuerza del agua y la posibilidad de caminar detrás de Seljalandsfoss. Pasamos la noche en el camping de Vík.
En uno de esos lugares aislados, gracias a la app Aurora, logramos ver auroras boreales en dos ocasiones. Nos quedamos sin palabras ante ese espectáculo, que hizo que toda la aventura valiera aún más la pena.
Continuamos por la costa sur hasta Reynisfjara, la famosa playa de arena negra, donde las columnas de basalto parecen salidas de otro mundo. Los frailecillos ya estaban migrando, pero el lugar seguía siendo espectacular.
La caminata a la cascada Svartifoss, rodeada de formaciones de basalto, fue uno de nuestros momentos favoritos del viaje. Esa noche acampamos rodeados de montañas y glaciares, un escenario difícil de igualar.
Consejo 3: Lleva una tarjeta de débito o crédito sin comisiones internacionales, ya que en Islandia puedes pagar prácticamente todo con tarjeta, incluso en campings y gasolineras remotas. yo te recomiendo Revolut.
Vatnajökull, con su glaciar Jökulsárlón y Diamond Beach, nos recibió al día siguiente. La laguna glaciar, con sus enormes trozos de hielo flotantes, es un cuadro en movimiento. Diamond Beach, por su parte, nos regaló una postal increíble con trozos de hielo sobre la arena negra.
Al día siguiente, nos dirigimos hacia los Fiordos del Este, recorriendo un camino espectacular rodeado de montañas imponentes. Si tienes la oportunidad, te recomiendo salir temprano para aprovechar cada parada y disfrutar al máximo de los paisajes. Las vistas parecen de otro mundo, con montañas que se funden en el horizonte junto al mar. Además, una parada en la colección de piedras de Petra es una excelente idea. Este encantador lugar está decorado con piedras preciosas, y la visita se completa con un delicioso chocolate caliente y bollería casera, perfecta para recargar energías antes de seguir explorando.
Uno de los puntos más impresionantes de esta ruta es el cañón de Studlagil, donde las columnas de basalto crean un escenario inolvidable. Este paisaje es, sin duda, de los más fascinantes de Islandia .Esa noche dormimos en el camping de Mývatn, rodeados de naturaleza y listos para el día siguiente.
Consejo 4: Planifica bien los tiempos de conducción, ya que las distancias entre destinos pueden ser engañosas. Las carreteras de grava y las paradas inesperadas para disfrutar del paisaje pueden alargar el trayecto.
Mývatn nos sorprendió con sus paisajes lunares en Dimmuborgir y las fumarolas de Hverir, creando una atmósfera surrealista. Fue el lugar ideal para relajar los músculos en las aguas termales de los baños naturales de Mývatn. Más tarde, llegamos a Akureyri, la “capital del norte” y disfrutamos de su encanto.
La última parada fue Reykjavík, donde disfrutamos de un día relajado explorando el Hallgrímskirkja y el centro. Fue el cierre perfecto para una semana de paisajes inolvidables, naturaleza pura y climas desafiantes.
Islandia es un destino caro, pero lleno de vida y de detalles que hacen que cada céntimo valga la pena.Viajar a Islandia es una experiencia única, en la que la naturaleza te abraza en cada rincón y la planificación se vuelve esencial para aprovechar al máximo lo que el país tiene que ofrecer.
Consejo 5: Las gasolineras N1 ofrecen descuentos útiles al alquilar con Rent.is y los supermercados Bónus son los más económicos; ambos nos ayudaron a mantener el presupuesto bajo control.